BIOGRAFÍA DE RENE DESCARTES
Nació el 31 de marzo de 1596 en La Haye-en-Touraine
(actualmente La Haye-Descartes), (Francia) en el seno de una familia de
funcionarios.
Hijo de un consejero del Parlement de Bretaña. Su madre
murió un mes después de su nacimiento, de la que heredó una fortuna que le
permitió vivir con independencia económica.
Con ocho años entró en la escuela jesuita de La Flèche en
Anjou, donde permanecería hasta los dieciséis años.
Junto a los típicos estudios clásicos Descartes estudió
matemáticas y escolasticismo con el propósito de orientar la razón humana para
comprender la doctrina cristiana. Estuvo influenciado por el Catolicismo.
Al finalizar sus estudios en la escuela, se matriculó en
Derecho en la Universidad de Poitiers, obteniendo la licenciatura en 1616. Sin
embargo, nunca ejerció la profesión jurídica; en 1618 entró al servicio del
príncipe Mauricio I de Nassau-Orange con la intención de seguir la carrera
militar.
Descartes sirvió en otros ejércitos pero su interés se
centró siempre en los problemas de las matemáticas y la filosofía, a los que
dedicó el resto de su vida.
Se trasladó a Italia, donde permaneció de 1623 a 1624 y
marchó a Francia, donde residiría entre 1624 y 1628. En este periodo, se dedicó
plenamente a la filosofía y a realizar experimentos de óptica.
En 1628, tras vender sus propiedades en Francia, partió a
Holanda, donde vivió en diferentes ciudades, Amsterdam, Deventer, Utrecht y
Leiden. Fue por entonces cuando escribió Ensayos filosóficos, que fue publicada
en 1637. Ésta está compuesta de cuatro partes: un ensayo sobre geometría, otro
sobre óptica, un tercero sobre meteoros y el último, el Discurso del método,
que describía sus especulaciones filosóficas.
A éste le siguieron, entre otros ensayos, Meditaciones
metafísicas (1641; revisado 1642) y Los principios de la filosofía, (1644). El
último volumen fue dedicado a la princesa Elizabeth Stuart de Bohemia, que
vivió en los Países Bajos y con la que mantenía una gran amistad.
Trató de aplicar a la filosofía los procedimientos
racionales inductivos de la ciencia, y en concreto de las matemáticas. Antes de
configurar su método, la filosofía había estado dominada por el método
escolástico, que se basaba por completo en comparar y contrastar las opiniones
de autoridades reconocidas. Rechazando este sistema, Descartes estableció:
"En nuestra búsqueda del camino directo a la verdad, no deberíamos
ocuparnos de objetos de los que no podamos lograr una certidumbre similar a las
de las demostraciones de la aritmética y la geometría. Por este motivo dudó de
todo hasta haber establecido las razones para creerla. Partió de la Primera
verdad o Cogito, ergo sum, "Pienso, luego existo". A partir del principio
de que la clara consciencia del pensamiento prueba su propia existencia,
mantuvo la existencia de Dios. Dios, según la filosofía de Descartes, creó dos
clases de sustancias que constituyen el todo de la realidad. Una clase era la
sustancia pensante, o inteligencia, y la otra la sustancia extensa, o física.
Su filosofía, también llamada cartesianismo, le llevó a
elaborar explicaciones complejas y erróneas de diversos fenómenos físicos. Se
aproximó a la teoría de Copérnico sobre el Universo, con su idea de un sistema
de planetas giratorios moviéndose alrededor del Sol, renunció a esta teoría
cuando fue considerada herética por la Iglesia católica. En su lugar ideó una
doctrina de los vórtices o torbellinos de materia etérea, en la que el espacio
estaba pleno de materia, en diversos estados, girando sobre el Sol.
Su contribución más importante a las matemáticas fue la
sistematización de la geometría analítica.
Fue el primero que intentó clasificar las curvas conforme
al tipo de ecuaciones que las producen, y contribuyó también a la elaboración
de la teoría de las ecuaciones.
Descartes fue el responsable de la utilización de las
últimas letras del alfabeto para designar las cantidades desconocidas y las
primeras letras para las conocidas. También inventó el método de los exponentes
(como en x2) para indicar las potencias de los números. Además, formuló la
regla, conocida como la ley cartesiana de los signos, para descifrar el número
de raíces negativas y positivas de cualquier ecuación algebraica.
En 1649 Descartes fue invitado a la corte de Cristina de
Suecia en Estocolmo para dar a la reina clases de filosofía. Todo parecía irle
bien si Cristina no hubiera insistido en hacer que le enseñara filosofía a
partir de las cinco de la mañana en un aposento grande y frío. Descartes era
demasiado bien educado para quejarse de esta desagradable circunstancia, aunque
siempre odiaba el frío y rara vez se levantaba antes del mediodía. Después de
tres meses de estas espantosas clases antes del amanecer, enfermó de gravedad y
murió el 11 de febrero de 1650 de una enfermedad respiratoria, que
probablemente fue pulmonía. Diecisiete años más tarde, su cadáver volvió a
París, donde fue sepultado.
Obras
1628 Reglas para la dirección del espíritu
1630 El mundo o tratado de la luz
1637 Discurso del método
1641 Meditaciones metafísicas
1642 La búsqueda de la verdad mediante la razón natural
1644 Principios de filosofía
1649 Las pasiones del alma
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