EL CASO DEL REY SALOMON

Juicio de Salomón o salomónico, justicia, decisión o sabiduría de Salomón o salomónica, son denominaciones convencionales de un tema muy tratado en el arte, que se fundamenta en lo narrado en el Libro I de los Reyes (3: 16-28),.1 En él se escribe el recurso que utilizó Salomón, rey de Israel, para averiguar la verdad en un caso judicial que se le presentaba: la disputa entre dos mujeres, el hijo de una de las cuales había muerto; ambas decían ser la madre del niño vivo.

«Ésta afirma: “Mi hijo es el que vive y tu hijo es el que ha muerto”; la otra dice: “No, el tuyo es el muerto y mi hijo es el que vive.”» Y añadió el rey:
—Traedme una espada.
Y trajeron al rey una espada. En seguida el rey dijo:
—Partid en dos al niño vivo, y dad la mitad a la una y la otra mitad a la otra.
Entonces la mujer de quien era el hijo vivo habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y le dijo:
—¡Ah, señor mío! Dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis.
—Ni a mí ni a ti; ¡partidlo! —dijo la otra.
Entonces el rey respondió:
—Entregad a aquélla el niño vivo, y no lo matéis; ella es su madre.

Además de exaltar la justicia y sabiduría de quien ejerce el poder político legítimo (el que proviene de Dios en la interpretación tradicional), resalta el valor de la abnegación del amor maternal (que prefiere renunciar al propio derecho por el superior interés del hijo) en contraste con la maldad de la envidia (que prefiere el mal ajeno aun sin provecho propio -"el perro del hortelano"-). El hecho de que ambas mujeres se presenten como prostitutas, las emparenta con otros personajes bíblicos de condición convencionalmente considerada como impura, que ejemplifican cómo la virtud puede surgir en cualquier situación personal: el buen samaritano (también del Antiguo Testamento), o (ya en el Nuevo Testamento) el buen ladrón y el mal ladrón, la mujer samaritana o distintas mujeres del entorno de Cristo, alguna de ellas prostituta.

La forma en que se describe la muerte del niño (aplastado por su madre durante el sueño) es una forma relativamente frecuente de describir la muerte de lactantes en las sociedades preindustriales, y puede relacionarse también con el encubrimiento del infanticidio (de voluntariedad más o menos consciente por parte de la madre). Tampoco es infrecuente en la actualidad la muerte de niños de poca edad sin causa clara (síndrome de muerte súbita del lactante).


La Midrash hebrea interpreta que ambas mujeres eran viudas emparentadas (sus maridos, muertos, serían padre e hijo). En esas circunstancias, perder el hijo suponía para las mujeres un destino problemático (yevamah sujeta al yibbum según la ley del levirato).

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